Nunca me hubiera imaginado que yo iba a estar en una situación de abuso emocional siendo adulta. Lo viví de niña con quien era en ese momento la esposa de mi padre y después de años de trabajarlo y resolverlo, no pensé que me volvería a pasar. Y siendo adulta experimenté el abuso emocional con mi ex jefe.
El abuso emocional puede estar donde menos te lo esperas
Normalmente lo asociamos a las relaciones de pareja, pero en realidad puede presentarse en diversas situaciones, normalmente viene de personas en quienes confiamos y a quienes queremos, por ejemplo, adicional a tú pareja pueden ser: tu madre, padre, tu hija(o), un amigo(a), tu jefe(a), hermano (a), tío(a), abuela(o) y un largo etcétera, cualquiera que te agreda psicológicamente es un abusador emocional.
Desgraciadamente es más común de lo que parece y es muy difícil de detectar porque a diferencia del abuso físico no deja marcas visibles. Sin embargo, es igual de destructivo. Y las heridas psicológicas son profundas.
La mayoría de quienes hemos vivido abuso emocional, no lo hemos podido identificar desde el inicio, (de hecho, en mi caso he necesitado ayuda para poderlo identificar como abuso) y tardamos tiempo en darnos cuenta que la manera en la que se nos está tratando no está bien y por lo tanto durante todo el tiempo lo solapamos. Adicionalmente, existe mucha vergüenza en reconocerlo, como si fuera nuestra culpa.
Con este tipo de abuso, normalmente el abusador es un manipulador, que te ridiculiza, maltrata, minimiza, lo cual deriva en sentimientos de culpa daño a la autoestima, a la confianza en uno mismo, a la autoimagen, generando sentimientos muy dolorosos como sentirse menos, humillada, desvalorada, que no vales nada y que no sabes hacer las cosas.
Atrás de cada abusador emocional, está el miedo a perder el control.
Más de una ocasión, quien era mi jefe me hizo llorar, por hacerme sentir insignificante con las decisiones, sugerencias y propuestas que tenía, por destruir (metafóricamente) los trabajos/documentos rehaciéndolo TODO él, en los que había invertido mi mejor esfuerzo y dedicación. Nunca lo vi como algo malo, quien tenía la culpa era yo por no ser lo suficientemente buena. Por ser una tonta, por no saber, él en cambio era el que sabía.
Este señor, era una persona, controladora, manipuladora que a través de su poder me infligió abuso emocional, quería limitarme a que no pensara, cada que podía me humillaba o ridiculizaba mi trabajo y mis ideas (y las de los demás), se metía con mi forma de vestir (y la de los demás), me controlaba por medio de amenazas vedadas y reconocimientos económicos además de que me pedía que le mintiera a sus jefes. Lo difícil de la situación es que yo lo quería mucho y no me di cuenta de su abuso hasta años después cuando el daño era mucho.
Me avergüenza reconocer que yo le estaba empezando a copiar actitudes, creyendo que ser como él era el camino que había que seguir, porque yo estaba mal y él era perfecto en todo. Afortunadamente eso iba en contra de mi ser y fue lo que me hizo despertar, yo no puedo tratar mal a la gente y estar bien con eso.
Aún así, tuve que cargar con mis propias acciones y hacerme responsable de mis decisiones y actitudes. Lo primero que necesité fue alejarme de esa relación tóxica y cortar de tajo, y lo hice. Me disculpé y sané relaciones que yo había empezado a afectar por imitar comportamientos. Me alejé de ese lugar sin mirar atrás.
Después, estuve mucho tiempo enojada (principalmente conmigo) y hasta hoy lo puedo reconocer y contar. Ponerlo en palabras y saber de dónde venía tanto enojo. Permití que abusara de mí y eso es lo que me tenía muy enojada. Hoy en la distancia y trabajando conmigo y mis heridas logro soltar ese episodio de mi vida y verlo fortalecida con el aprendizaje que tengo.
Y como el resto de mis experiencias, te las cuento por si te sirven, por si te ayudan. En este caso, sí estás viviendo una situación de abuso emocional, te pido por favor que busques ayuda, nadie debe permanecer en situaciones así. No te mereces que nadie te trate así. NO ES TÚ CULPA.
¿Te has sentido identificada con este artículo? ¿Has sufrido abuso emocional?, en el siguiente artículo 15 señales para detectar el abuso emocional, hablaré de cómo se puede reconocer el abuso emocional.
Sé que es probable que te de vergüenza reconocerlo y decírselo a alguien más, pero créeme, quien te quiere no te juzgará y tener el apoyo de tú gente cercana es clave en esta situación, te da fuerza y te ayuda a enfrentarte a todo.
Al final, agradezco la experiencia, porque es un aprendizaje más en mi vida.
Y cómo dice Jung:
No soy lo que me sucedió, soy lo que elegí ser
Siempre podemos encontrar y ver el lado positivo a cada experiencia, aprender de ella, buscar su enseñanza. Sé que esto no es nada fácil, e incluso puede ser que en tu cabeza haya malestar al leer esto y que estés diciendo, Sandra ¿cómo voy a sacar lo positivo de esta situación que es muy dolorosa para mí?. No es nada sencillo, pero se puede. Tendemos a ver el lado negativo de las cosas, es más fácil enfocarnos en ellas y eso hace que no seamos objetivos al decidir, nuestros pensamientos están opacados e influenciados por la negatividad, nacen demonios y no es fácil ver la salida de la situación que estamos viviendo.
Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas
¿Cómo?, te sugiero este ejercicio, que si eres constante, verás que podrás a empezar a verle el lado positivo a tus experiencias. Piensa alguna situación en la que hayas estado hace poco que te haya molestado, frustrado o que no haya salido como la esperabas, describe el evento lo más detallado posible. Ahora, piensa 3 formas que te enseñen el lado positivo de la situación, por ejemplo, en el artículo Escojo ser feliz ¿y tú? te hablo de una experiencia que tuve en la que fueron mis seres queridos a presenciar un evento en el que iba a participar y que al final no participé y yo no sabía ni dónde meterme, después de llevar a cabo este ejercicio, encontré los siguientes aspectos positivos:
- Aunque me dio mucha vergüenza, pude enfrentarme a esa situación burlándome de mi misma y me sentí apoyada y querida.
- Me di cuenta que esa situación no era grave y que afortunadamente tengo a mis seres queridos cerquita y conmigo para compartir estas experiencias. Tengo salud y mis seres queridos también.
- En algunos meses la experiencia será motivo de risa e incluso puede que no recuerde nada de la misma.
Te invito a que intentes hacer este ejercicio constantemente en tu vida, busca aspectos positivos como tengo salud, escuché mi música favorita en el tráfico, soy afortunada al tener coche, había buen clima, conocí tal lugar, no falló el transporte en el que iba, no llovió y te mojaste, no te hizo pipí un perro, etc., busca y encuentra situaciones positivas del evento que te haya molestado, verás que poco a poco lograrás encontrar un lado positivo a cada experiencia y eso es un regalo que te puedes hacer.
Y cómo te dije en Escojo ser feliz ¿y tú?, yo escojo la felicidad, y trabajando en mí, en mi desarrollo personal y en mis heridas me acerco a mí libertad y a mi felicidad. ¡Te deseo lo mismo a ti!